En el marco del operativo “Fronteira Sul”, tropas del ejército brasilero pertenecientes a la 3ª División Acorazada se movilizan en todo el estado de Rio Grande do Sul, a lo largo de sus fronteras con países vecinos, cubriendo una extensión aproximada de 1.587 kilómetros. Desde el pasado lunes 21 de noviembre, y por tiempo indeterminado, la frontera de Chuí RS está bajo control militar.
Ejército de Brasil se moviliza en la frontera de Chuí RS
En el marco del operativo “Fronteira Sul”, tropas del ejército brasilero pertenecientes a la 3ª División Acorazada se movilizan en todo el estado de Rio Grande do Sul, a lo largo de sus fronteras con países vecinos, cubriendo una extensión aproximada de 1.587 kilómetros. Desde el pasado lunes 21 de noviembre, y por tiempo indeterminado, la frontera de Chuí RS está bajo control militar.
Decenas de efectivos se encuentran acampados en la zona, incluyendo divisiones de artillería, comunicación, ingeniería, caballería, infantería, y logística.
Participan también del operativo: agentes de la Policía Federal, Policía Rodoviária, Brigada Militar, y representantes de distintos organismos del estado, ambientales y sanitarios.
De acuerdo a fuentes consultadas por Tiempo de Noticias, las tropas están llevando a cabo actividades de control en rutas a través de distintos piquetes sorpresivos, con el objetivo de combatir el contrabando, tráfico de armas, inmigración ilegal, crímenes ambientales, entre otros delitos transfronterizos.
Además, se están realizando tareas de orden cívico – social, tales como: atención médica básica, orientación sobre higiene bucal, servicios de auxilio diversos, mantenimiento de espacios públicos de uso colectivo (escuelas, puestos de salud, centros comunitarios.), entre otras.
Controles vehiculares
Desde la redacción de Tiempo de Noticias nos dirigimos en un automóvil con chapa de Florianópolis (sin identificación como medio de prensa) hasta la playa de Hermenegildo, situada a uno 30 kilómetros de la frontera. Durante el trayecto de ida y vuelta, fuimos detenidos cuatro veces en distintos puestos de control ubicados en ruta 471 (Panamericana) y en los accesos al mencionado balneario.
Con mucha amabilidad, nos solicitaron libreta de propiedad y habilitación para conducir, al tiempo que realizaron una inspección ocular dentro del auto, no muy exhaustiva.
Todo fue registrado en planillas, donde aparentemente anotaban los datos tanto del vehículo como del conductor.
Cabe mencionar, que llevamos como acompañante a un compañero asistente, de nacionalidad uruguaya, a quien nunca se le exigió identificarse. Perfectamente, si fuera un fugitivo que estaba ingresando en forma ilegal al país, hubiera pasado inadvertido.
Además, colocamos en la guantera un paquete de tabaco de 40 gramos de una conocida marca brasileña, con un libro de hojillas, que no fue detectado en las inspecciones.
DIEGO LANDACHE – TIEMPO DE NOTICIAS
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