Impunidad y dolor: continúa sin aclararse el asesinato de Susana Fernández Chávez, funcionaria policial de migraciones

Tiempo de Noticias –Susana tenía 57 años, 4 hijos y era suboficial mayor de la policía en Migraciones de Chuy. Un sicario la baleó en la cabeza en 2017. Quedó cuadripléjica… 

Impunidad y dolor: continúa sin aclararse el asesinato de Susana Fernández Chávez, funcionaria policial de migraciones

Tiempo de Noticias –Susana tenía 57 años, 4 hijos y era suboficial mayor de la policía en Migraciones de Chuy. Un sicario la baleó en la cabeza en 2017. Quedó cuadripléjica y nunca pudo recuperarse, falleciendo en octubre de 2019. Hasta ahora nada se sabe y todo quedó en el olvido, al igual que decenas de homicidios y hechos violentos sin aclarar.

El 16 de diciembre de 2017, un hombre que se trasladaba en moto se detuvo a plena tarde frente a la casa de Susana Fernández  Chávez, funcionaria policial de Migraciones en Chuy, y al verla sin mediar palabras la atacó a balazos. Uno de los disparos le impactó en la cabeza, dejando a la víctima tendida en el suelo. Inmediatamente después el sujeto desaparece de la escena casi sin dejar rastros.

Susana estuvo internada grave en un CTI por mucho tiempo y nunca logró sobreponerse. Quedó cuadripléjica en una silla de ruedas y finalmente murió en octubre de 2019, como consecuencia de las lesiones.

Desde entonces, familiares, amigos, allegados y vecinos de Chuy reclaman justicia, que hasta ahora nunca llegó. Hubo una pobre y errática investigación policial por parte del Área de Investigaciones de Zona III, que nunca obtuvo nada concreto como para esclarecer el hecho. Todo quedó dentro de un cajón, sin respuestas y en el olvido.

Tiempo de Noticias recientemente habló con la pareja de Susana, quien asegura que la investigación por parte de la policía fue desastrosa y que siempre se percibió un llamativo desinterés. Ni siquiera devolvieron a la familia los celulares de Susana, luego de varios años de infructuosas investigaciones.

Susana tenía 57 años, era suboficial mayor y llevaba más de 20 años en la policía. Le faltaba muy poco para jubilarse. Dejó 4 hijos y un esposo, entre otros familiares. Según cuentan era una excelente funcionaria policial.

La muerte de Susana es tan solo un caso más entre las decenas de homicidios que están sin aclarar en Chuy, como los casos de Lorenzo Muraña y Esther Morales, jubilados que fueron brutalmente asesinados. Los homicidios, las rapiñas violentas y los atracos millonarios, prácticamente todos sin aclarar, son el lado oscuro del Área de Investigaciones de Zona III, que viene trabajando casi con el mismo equipo desde hace varios años, con pobres resultados. Sin embargo la Jefatura de Policía de Rocha ha venido respaldando a los investigadores, inclusive otorgando premios a la “inteligencia funcional” y “destacada labor en el año policial”, algo que realmente es muy difícil de comprender.

Si bien en los últimos tiempos se han aclarado algunos hechos importantes (caso del asesinato de Cristina Jones en Punta del Diablo, la rapiña y muerte del taxista Daniel Rodríguez y la muerte de Gustavo Garandán), los casos aclarados por parte de Investigaciones de Zona III han sido muy pocos, si se comparan las cifras en relación de los no aclarados, que son absolutamente mayoritarios.

Diego Landache – Tiempo de Noticias

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