“El asado de oferta no quiere decir que sea malo, es el mismo asado, pero tiene menos carne”, agregó el presidente de la Unión de Vendedores de Carne.
Fin de año: «es muy posible» que falte asado fresco, pero sí habrá congelado
“El asado de oferta no quiere decir que sea malo, es el mismo asado, pero tiene menos carne”, agregó el presidente de la Unión de Vendedores de Carne.
La demanda de carne para el binomio 31 de diciembre-1º de enero suele ser de las más altas del año en Uruguay. “Normalmente la demanda es lo de tres o cuatro fines de semana juntos”, dice a Telemundo el presidente de la Unión de Vendedores de Carne, Hebert Falero, en la previa de un nuevo fin de año.
El cierre de este 2022, en tanto, llega con una “novedad”: una reducción en la faena de bovinos hará que disminuya la oferta de asado fresco.
“Hubo varios frigoríficos que han dado licencia al personal y no van a tener asado para las fiestas de fin de año”, apunta Falero, pero se apresura en matizar: “Pero igual, creo que no hay que alarmar a la gente, porque hay plantas que han stockeado asado en los últimos 15 días”.
En ese sentido, Falero señala que “es muy posible que falte el asado fresco”, no solo por la caída en la faena sino también porque “la demanda es muy grande” y “nunca alcanzó en fin de año” la carne fresca disponible, por lo que “siempre se complementó con asado congelado”.
Ante este escenario, el presidente de la Unión de Vendedores de Carne remarca que “el asado congelado, que va a haber, y que todo el mundo va a tener, es de hace 15 o 20 días, no hay más como antes asado que tenía seis meses en cámara, porque hoy en día no es negocio tener asado en cámara para los frigoríficos”. “El asado que haya congelado en las carnicerías es de hace 15 o 20 días, y es prácticamente igual que el fresco”, apunta Falero.
En Navidad, tal como había dicho Falero en diálogo con Telemundo, la demanda se enfocó en productos como el cordero, el cerdo, el pollo y preparaciones propias de las carnicerías. Ahora, en tanto, “la gente busca el asado”.
El precio es muy variado, porque así también lo son los cortes. Sin embargo, Falero insiste en que “todos son buenos”. Lo que cambia, entonces, es la cantidad de carne que tenga el corte.
“El asado de campo, que es el asado normal, es el que vendemos el 90% de las carnicerías”, explica Falero, y agrega: “El asado de oferta no quiere decir que sea malo, es el mismo asado, pero tiene menos carne”.
En promedio el precio del asado es de $380 el kilo. Y $390 el kilo de lechón, otro de los grandes elegidos para cerrar el año.
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