El presidente de la Asociación de Free Shops del Uruguay, Carlos Javier Calabuig, informó que el sistema permite el funcionamiento y el mantenimiento de forma estable más de 500 puestos de trabajo.
Tiempo de Noticias – Para la ciudad fronteriza de Chuy, ubicada en el eje estratégico y más cercano entre Montevideo, Porto Alegre y San Pablo, representa una sólida base en materia de empleos, para un lugar esencialmente comercial y turístico. Lejos de haber afectado negativamente la verdadera tragedia que viven los vecinos del estado de Río Grande Do Sul, determinó un incremento en las ventas como consecuencia de los servicios que se requieren. Calabuig, dijo que esta es la realidad, más allá de lamentar, como es lógico, la calamidad que representaron las inundaciones y todas sus consecuencias. No hay dudas que es doloroso y se trata de todos los modos posibles desde este lugar, en colaborar ante una ciudadanía sometida a una crisis a gran escala: primero por la pérdida de vidas humanas y luego por las dificultades económicas que se generan ante las crecientes de las aguas. Sobre todo, se apoyó con medicamentos y alimentos sintéticos para niños.
Las pérdidas en carreteras, en ciudades, el aeropuerto que estaba para inaugurar, las cosechas que se perdieron, un sinfín de situaciones a enfrentar. Una tragedia con la cual la frontera uruguaya se solidariza, ante vecinos que soportan un escenario dantesco, pero con una población de pie.
En esta frontera hay unos 26 establecimientos que giran bajo el régimen de free shops, algunos de ellos dando empleo a 80 y 100 personas, sumándose el depósito fiscal, un apéndice de los free shops, monitoreado por la Dirección General Impositiva, también representan grupos de trabajo. El sistema de free shops llegó a la frontera en 1986, abriendo las puertas de Uruguay hacia Brasil, cambiando para siempre esta región. Y lo hizo para bien, se informó. Se concretó un medio de vida y una exigencia en cuanto a la preparación, formación de recursos humanos capaces de atender las demandas que se requieren. Si hay entre 500 a 600 puestos de trabajo, es evidente que miles de compatriotas residen y viven a partir de la dinámica que generan estos negocios, que naturalmente tienen su rentabilidad. La actividad de estos comercios representa una buena oportunidad laboral hacia las mujeres, como difícilmente otros renglones comerciales o rubros puedan atender esa realidad.
Carlos Javier Calabuig, al ser consultado sobre los salarios de estos negocios, no dudó en establecer que duplican a los que se pagan del lado brasileño. También, es una realidad el amparo y la seguridad que representan las leyes y los dispositivos que tiene nuestro país hacia el trabajador. La cobertura de seguros, salud, jubilación, nuestro país tiene una atención más integral, lo que es evidente, informó. Cualquier salario inicial en un comercio de free shops supera el básico de 30 mil pesos, para empezar, lo que en la realidad en esta frontera terrestre, es una opción a considerar.
Eduardo González – Corresponsal Tiempo de Noticias
Toda la actualidad en Tiempo de Noticias diario impreso.
Comentarios