Tiempo de Noticias – La iniciativa de cultivar la yerba mate del ingeniero agrónomo, Raúl Nin, radicado desde hace años en la ciudad de La Paloma, ya tiene sus primeras plantaciones en un campo próximo a la localidad de Aiguá.
Un productor de la zona de La Macana, Florida luego de pasar algunos años en Estados Unidos, decidió acompañar el planteo de producir yerba mate en tierras uruguayas.
El ingeniero agrónomo, Raúl Nin, había intentado por todos los medios de informar y asesorar en cuanto a que es posible cultivar y producir yerba mate en varias partes del territorio uruguayo.
Señaló, como antecedente muy potente la iniciativa establecida en la vía parlamentaria por parte del ex diputado colorado, García Da Rosa en el año 1963, representante nacional por Treinta y Tres.
Mencionó, que fue de los mejores estudios realizados pero no concretado al no obtenerse la voluntad política. Con el paso de los años, el diputado, César Vega, se interesó por los cultivos familiares realizados por el ingeniero Nin, en su propia casa ubicada en las cercanías de la iglesia de la ciudad de La Paloma.
El edil del Partido Nacional, Mario Nuñez, también buscó que el gobierno departamental rochense se ocupara de la idea y los estudios realizados por el ingeniero, Raúl «Burro» Nin, un apasionado por la naturaleza y la historia de estas tierras.
Sin embargo, Nuñez, un hombre también de campo, no corrió con buena suerte en cuanto a incorporar el planteo de referencia a los intereses del Departamento de Rocha.
Nin, es un hombre terco y de buenos contactos, asegurando que si se cultiva y se procesa la yerba mate, no hay dudas que bajaría notoriamente los volúmenes de importación uruguaya de esta infusión tradicional para Argentina, Brasil y Uruguay.
De hecho, el 90% del consumo de yerba mate de nuestro país proviene de tierras brasileñas habida cuenta que nuestro paladar está adaptado a estos sabores.
Lo cierto que Nin espera un despegue de la actividad; se plantan 80 hectáreas de yerba mate en las tierras de Aiguá, Departamento de Maldonado.
Este Departamento es una veradera locomotora y da cabida a las inicativas, tal vez, cumpliéndose aquello del refrán: camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Para el propio promotor de esta idea no es sencillo atender la demanda en materia de plantaciones. De 7 mil plantas por año que lograba en su parque en La Paloma, ahora deberá pasar a unas 80 mil.
Las proyecciones apuntan que se va a superar todas las expectativas. A todo esto la región donde se plantará la yerba mate debe ir hacia una recuperación de las especies nativas, lo contrario sería una barbarie.
Lograr y recrear un escenario natural supone comprender el valor de toda la región y la calidad del agua. Recordó, que en 1527 las tierras uruguayas fueron de explotación forestal. Fue apostadero naval y astillero.
Mencionó, que Colonia fue el foco comercial incluyendo también la yerba mate hasta en los tiempos de Artigas cuando se retiró al Paraguay. Ya para en tiempos de Rodríguez de Francia había norteamericanos interesados en la yerba mate, incluyo franceses que luego se instalaron en la hoy Provincia de Corrientes.
Ya en 1622 fue declarada yerba santa por parte del Padre Carmelita Espinosa y en nuestro tiempo hay universidades que estudian la yerba mate para posibles aplicaciones contra el cáncer, según informó.
Todo eso se informó en virtud de la gravitación de cuidar el bosque natural, ir a su recuperación porque es la manera de ir simutáneamente al cuidado del lugar para producir yerba mate.
No hay dudas que en estas tierras había producción de yerba mate, incluso en la ciudad de San Carlos una forma de industrialización y mercadeo de la producción.
Por algo los «Yerbales de Valdivia»; los «Yerbales de Treinta y Tres», lo mismo pasa para tierras de Cerro Largo y Tacuarembó, e incluso el mayor árbole de yerba mate se ubica en Lavalleja, no dándose cuenta de ubicación a los efectos de su preservación.
AGUA, SUELO Y VEGETACIÓN
Hay una vuelta a estudiar y conservar el agua, los suelos y la vegetación. Sin esta última no hay nutrientas, no hay oxígeno, no hay farmacología, no hay cauces y conservación de las cuencas hídricas. Hay aspectos tan sencillos y valiosos como cuidar las cortinas naturales frente a los vientos, de lo contrario alteramos los ecosistemas, explicó.
Sobre las 80 hectáreas que se plantan de yerba mate, indicó que se estimó unas mil plantas por hectárea. Primero es recuperar el ecosistema en armonía y equilibrio, luego con la cultura guaraní ir a la yerba mate de acuerdo al paladar de los uruguayos.
Nuestro sabor está vinculado con la producción de yerba mate que proviene de las tierras de Curitiba, Brasil. En nuestro país se estimó un consumo per cápita de 11 kilos anuales, siendo el consumo más intento a nivel mundial. Se invierten unos 130 millones de dólares anuales, siendo el 90% importación brasileña.
También, se viene trabajando en una iniciativa de producción de yerba mate en la región de la Quebrada de los Cuervos, Treinta y Tres. Todo tiene su genésis en el proyecto presentado por el diputado de ese Departamento, García Da Rosa, el 23 de noviembre 1963 cuando la lista 99 integraba el Partido Colorado, afín del ex Presidente, Luis Batlle Berres. Un brillante proyecto, sin desperdicio ninguno pero nunca se trató.
Eduardo González Segredo – Corresponsal Tiempo de Noticias
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