Tiempo de Noticias – Ubicadas en el departamento de Rocha, al este de Uruguay, Las Cárcavas constituyen una formación geológica única en el país y de gran valor ambiental, cultural y turístico. Se trata de profundos surcos o depresiones en la tierra formadas por la erosión hídrica, que con el tiempo generan paisajes de singular belleza, con vegetación autóctona y biodiversidad específica.
Estas formaciones, aunque pueden encontrarse en otras regiones del Cono Sur, alcanzan en Rocha una presencia notable, en especial en zonas rurales cercanas a La Coronilla, 18 de Julio, Chuy y Castillos, donde algunas cárcavas se extienden por decenas de metros y han sido incorporadas al imaginario y la historia local.
¿Qué son exactamente las Cárcavas?
Desde el punto de vista geológico, las cárcavas son surcos formados por la acción del agua sobre suelos arenosos, donde la escorrentía superficial, acentuada por la pendiente del terreno y la ausencia de cobertura vegetal, va desgastando progresivamente el suelo. Este proceso, conocido como erosión en cárcavas, puede ser natural o inducido por la intervención humana, como la deforestación o el mal manejo agropecuario.
Con el tiempo, estos surcos se profundizan y ensanchan, generando estructuras similares a pequeños cañones, con paredes verticales o semicirculares que pueden alcanzar hasta varios metros de profundidad. En algunos casos, estas formaciones actúan como corredores biológicos para fauna nativa, y también como reservorios de agua en épocas de lluvia.
Las Cárcavas no son solo una curiosidad geológica: también son testimonio vivo del vínculo entre naturaleza y ocupación humana. En Rocha, muchas de estas formaciones se encuentran en predios rurales que han sido utilizados durante décadas para la cría de ganado, el cultivo o la actividad forestal. En varios casos, los lugareños han adaptado caminos, cercas y cultivos a la presencia de estas cárcavas, generando una convivencia particular con el paisaje.
Además, se han documentado leyendas y relatos orales que atribuyen a las Cárcavas poderes místicos o funciones simbólicas. En algunas zonas, se las consideraba refugio de animales salvajes o incluso sitios donde, en tiempos pasados, se ocultaban contrabandistas en la frontera con Brasil.
Turismo y conservación
En los últimos años, las Cárcavas han comenzado a despertar interés como atractivo turístico alternativo, en especial en el marco del ecoturismo y el turismo rural. Algunas agencias que operan en Rocha han incorporado visitas guiadas a cárcavas en recorridos por zonas rurales, combinando caminatas con interpretación ambiental, observación de flora y fauna, y experiencias culturales.
No obstante, este creciente interés también implica desafíos. Dado que muchas de las Cárcavas se encuentran en propiedades privadas, su acceso no siempre es libre ni regulado, lo que genera tensiones entre conservación y explotación turística. Además, si no se manejan adecuadamente, las visitas pueden acentuar procesos de degradación del suelo, especialmente en épocas de lluvia.
Desde algunas organizaciones ambientales y académicas, se ha planteado la necesidad de incluir las Cárcavas dentro de una política departamental de conservación del paisaje, que reconozca su valor ecológico, su potencial turístico y su función como memoria geológica de los cambios climáticos y del uso del suelo.
Valor educativo y científico
Más allá del turismo, las Cárcavas tienen un alto valor científico y pedagógico. En ellas es posible observar procesos de erosión, sucesión vegetal y formación de suelos, lo que las convierte en verdaderos laboratorios a cielo abierto. En este sentido, podrían integrarse a programas de educación ambiental dirigidos a escuelas y liceos de la región, así como a proyectos de investigación sobre conservación de ecosistemas.
En Rocha, algunos docentes rurales ya han incorporado visitas a Cárcavas dentro de sus propuestas educativas, destacando no solo su valor natural, sino también su vínculo con la identidad local y el arraigo territorial.
Un patrimonio por reconocer
A pesar de su singularidad, las Cárcavas de Rocha siguen siendo poco conocidas a nivel nacional. Su incorporación a las políticas de desarrollo sustentable, su promoción como atractivo turístico responsable y su protección como paisaje natural y cultural podrían convertirlas en un emblema más del rico y diverso patrimonio rochense.
Uruguay, país de costas, palmares y humedales, también guarda entre sus tierras profundas huellas milenarias que merecen ser miradas, comprendidas y protegidas. Las Cárcavas son parte de esa historia escrita en la tierra.
Diego Landache / Diario Tiempo de Noticias
Fotos: Turismo Rocha
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