La historia que conmovió a Piriápolis y a buena parte del país llegó a un nuevo capítulo. La elefanta marina que permanecía desde mediados de octubre en la costa maldonadense se separó definitivamente de su cría, un proceso natural dentro del ciclo reproductivo de la especie.
El hecho fue confirmado por Richard Tesore, responsable de la organización SOS Fauna Marina, quien explicó en diálogo con FM Gente que la partida de la madre era esperada y responde al comportamiento instintivo de estos mamíferos marinos. “Es un proceso normal. Las madres alimentan y cuidan a sus crías durante un tiempo, y cuando el ciclo termina, se separan para volver al mar”, señaló.
Un nacimiento inédito en Uruguay
La cría —bautizada Francisca por los rescatistas y vecinos— nació el pasado 11 de octubre en la playa de Piriápolis, marcando un hecho sin precedentes en Uruguay. Hasta el momento, no existían registros de un nacimiento de elefanta marina del sur (Mirounga leonina) en costas uruguayas, lo que generó gran atención científica y mediática.
Desde ese día, equipos de SOS Fauna Marina, voluntarios y autoridades locales trabajaron de forma conjunta para proteger la zona donde permanecían los animales. Se instalaron cercas de contención, carteles informativos y guardias preventivas para evitar el acercamiento del público, garantizando así la tranquilidad de madre e hija durante su período de adaptación.
La escena atrajo a cientos de curiosos y turistas que, respetando la distancia, se acercaron para observar un fenómeno natural excepcional. Las imágenes de la madre amamantando a su cría y descansando sobre la arena recorrieron las redes sociales, convirtiéndose en símbolo de ternura y respeto por la fauna marina.
La despedida
En las últimas horas, la organización SOS Fauna Marina publicó en sus redes un video que muestra los últimos momentos de convivencia entre ambas. En el registro, madre e hija se acarician y vocalizan antes de que la adulta se adentre en el mar. “Desde el amanecer se nota algo distinto. Demasiados mimos con sabor a despedida”, escribió la ONG en su cuenta oficial, anticipando el desenlace natural de esta historia.
Según Tesore, la elefanta madre emprendió el regreso al océano para reintegrarse a su ciclo migratorio. Francisca, por su parte, permanecerá en la costa durante un tiempo hasta lograr su independencia total. “Es parte de su desarrollo. La cría aún está fortaleciendo su cuerpo y aprendiendo a desplazarse por sí sola, pero está en buen estado y bajo observación”, aseguró.
Seguimiento y protección
A partir de ahora, la pequeña Francisca será monitoreada de forma permanente por profesionales y voluntarios. En caso de que se presenten dificultades, el equipo intervendrá para asistirla, aunque el objetivo es mantener la intervención humana al mínimo, permitiendo que la naturaleza siga su curso.
La historia de estas elefantas marinas no solo despertó ternura, sino también conciencia ambiental. Desde SOS Fauna Marina insistieron en la importancia de respetar la distancia y evitar el contacto directo con animales silvestres, recordando que cada avistamiento es una oportunidad para aprender y cuidar el ecosistema costero.
Con la partida de la madre, Piriápolis despide una historia única que deja una huella en la comunidad y un mensaje claro: la convivencia entre humanos y fauna marina es posible cuando prevalece el respeto y la empatía.
Tiempo de Noticias / Redacción
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