En la noche del sábado se conoció que uno de los fugados el pasado martes de la cárcel de Rocha, se entregó en la Comisaría de Chuy, mientras que otros dos fueron detenidos, según lo informado por las fuentes. El delincuente sindicado como el «más pesado», al cierre de esta información no ha sido detenido.
Tiempo de Noticias – Franco García Contreras (28) condenado a finales de abril del corriente año por dos delitos de hurto especialmente agravados en régimen de reiteración real, con un delito de violación de domicilio agravado y un delito de receptación, tenía que pasar dieciséis meses de prisión efectiva. Sin embargo, el pasado martes decidió ser parte del grupo, que aprovechando la tormenta eléctrica y las condicionantes adversas del tiempo, durante la madrugada fugarse de la cárcel ubicada en el denominado camino de «La Zeta», una conexión rural entre la ruta nacional N° 9 y la N° 15 hacia La Paloma.
El pasado sábado tras eludir los controles policiales y un periplo delincuencial, terminó entregándose en la seccional quinta, Comisaría de la ciudad de Chuy, ubicada a pocos metros de la línea divisoria con el territorio de Brasil. El sujeto que fue interrogado acerca de sus pasos, fue sindicado, según testimonios recogidos, como uno de los integrantes del copamiento llevado a cabo por el grupo de cuatro en la ciudad de Castillos antes de partir hacia la frontera.
En la tardecita del pasado sábado también se supo que la policía de la ciudad de Lascano logró detener a Juan Larrosa Liencres (28), quien había sido condenado a mitad del mes de abril pasado, por dos delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado, con una pena de catorce meses de prisión efectiva.
A filo de la hora 21 se supo que Yerán Moraez Presa (30) fue detenido en las inmediaciones de la ciudad de Chuy. Estaba condenado desde marzo del presente año, teniendo por delante en ese momento una pena de cuatro meses de prisión efectiva por la comisión de dos delitos de hurto, uno de ellos en grado de tentativa en régimen de reiteración real.
Al cierre de esta información, se informó que no se estaría lejos de finalmente detener al cuarto prófugo, Walter Sánchez Morales (34), condenado en marzo de este año por un delito de tráfico interno de armas de fuego en la modalidad de depósito, también por un delito de disparo con arma de fuego. También, por un delito de daño agravado en régimen de reiteración real, lo que le significaba pasar diez meses de prisión efectiva, tras el marco del proceso abreviado. A este sujeto se lo considera como el más pesado de los prófugos.
LA FUGA Y PREGUNTAS QUE RESTAN ACLARAR
En una noche y madrugada de intensas lluvias y tormenta eléctrica los cuatro fugados lograron su objetivo: salir de la cárcel de Rocha, ubicada en el camino de La Zeta, la unión rural entre las rutas 9 y 15 en donde se encuentra el campo del Aéreo Club de Rocha, el viejo hogar rural de varones y pequeños establecimientos de campo.
La cárcel está lejos de ser de máxima seguridad y allí pasan ciudadanos remitidos en general por delitos «no tan pesados». De hecho trabajan y el perímetro se encuentra cerrado y munidos de cámaras de seguridad.
Con la tormenta eléctrica y cerrado por una cortina de agua como consecuencia de las precipitaciones, estos cuatro individuos logran fugarse. Tan solo una cámara de los ocho o nueves disponibles, habría registrado el escape, se informó extraoficialmente.
Cómo lograron desde la ruta 9 frente a la ciudad de Rocha llegar a la ciudad de Castillos a 54 kilómetros de distancia, en una noche inhóspita, es parte de un nudo investigativo que desde esta crónica periodística no logramos despejar. Es parte de la investigación que aún se mantiene en reserva y que las fuentes consultadas no brindan detalles.
Aparentemente, en la ciudad de Castillos cometen un compamiento y se dan a la fuga hacia la fronteriza ciudad de Chuy, a unos cien kilómetros, pero esta vez valiéndose de un automóvil Peugeot negro. Al llegar a la rotonda de la ruta 9 que conecta con La Barra de Chuy, tienen un control policial. Según los datos recogidos, atentaron contra los funcionarios policiales al intentar embestirlos.
Una persecución al mejor estilo cinematográfico con disparos incluidos que buscan «pinchar» los neumáticos del vehículo de fuga, no logra el objetivo final de la detención. En esta situación los delincuentes se logran dispersar, siendo probable que en ese momento dejaran de actuar en forma conjunta.
El pasado sábado en horas de la madrugada se entrega, Franco García, en la Comisaría de la ciudad de Chuy, sobre la hora 19 se detiene a Juan Larrosa en las inmediaciones de Lascano, probablemente en la búsqueda de llegar al Departamento de Lavalleja, de donde es oriundo. Poco después se detiene a Yerán Moraez en la ciudad de Chuy, de manera que resta a quien se sindica como un delincuente capaz de situaciones aún más violentas.
Se trata de un ciudadano de esta frontera, condenado por el tráfico de armas de fuego en la modalidad de depósito. Walter Sánchez Morales, a quien se espera o bien que se entregue o pueda ser detenido.
Eduardo González Segredo – Tiempo de Noticias
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