Si bien hasta el momento no se han registrado denuncias, la Dra. Verónica Pena, jueza penal de la capital de Rocha, solicitó recientemente al Departamento de Investigaciones que inicie averiguaciones sobre la modalidad financiera de estructura piramidal “flor de la abundancia” o “mandala”, que se expandió en los últimos meses a lo largo y ancho de nuestro departamento, principalmente a través de las redes sociales.
JUEZA DE ROCHA PIDIÓ A LA POLICÍA QUE INICIE AVERIGUACIONES SOBRE “MANDALAS”
Si bien hasta el momento no se han registrado denuncias, la Dra. Verónica Pena, jueza penal de la capital de Rocha, solicitó recientemente al Departamento de Investigaciones que inicie averiguaciones sobre la modalidad financiera de estructura piramidal “flor de la abundancia” o “mandala”, que se expandió en los últimos meses a lo largo y ancho de nuestro departamento, principalmente a través de las redes sociales.
De acuerdo al director del departamento de Investigaciones de la Jefatura de Policía de Rocha, comisario Niver Altez, la policía está cumpliendo con la orden judicial y se vienen realizando las primeras averiguaciones sobre el asunto. “Por ahora no hay denuncias y no se sabe tampoco si se configura algún delito”, aseguró el jerarca a Tiempo de Noticias.
Según un informe publicado hoy en El Observador, la maniobra puede considerarse un delito o no, dependiendo del fiscal y el juez que intervengan, quienes deben valorar si existieron «estratagemas o engaños artificiosos» que induzcan «en error a alguna persona» (artículo 347 del Código Penal).
Semanas atrás Tiempo de Noticias informó sobre el esquema y sus riesgos.
¿Cómo funciona?
La «flor de la abundancia» o “mandala” está formada por 15 personas, segmentadas en cuatro niveles: 14 que ocupan posiciones llamadas «pétalos» y una que ocupa el centro.
El cuarto nivel (posición fuego), consta de ocho pétalos color lila ocupados por las últimas personas en ingresar en el esquema, quienes aportan el dinero confiando en que la vida le regrese ocho veces lo que dan. Estos pétalos se agrupan en pares que cuelgan del siguiente nivel.
Tercer nivel (posición viento). Son cuatro pétalos naranja y son los encargados de atraer nuevos «inversionistas» o «donadores» (término que varía según quién te invite) al “negocio”. Mismos que nuevamente se agruparán en pareja, y «colgarán» de un pétalo del siguiente nivel.
Segundo nivel (posición tierra). Son los que «cuelgan» del centro de la flor y supuestamente lo ayudarán en lo que necesite, motivando a los demás miembros de la flor en esta «noble tarea».
Primer nivel o «centro de la flor» (posición agua). Es quien recibirá «toda la abundancia del universo» para hacer sus sueños realidad.
Cuando la «flor» está llena, las ocho personas que están en el cuarto nivel, entregarán una cantidad de dinero a quien ocupa la posición central. El monto es variable, dependiendo de la «aporte» inicial, por ejemplo si fue de $1.000 pesos cuando llegue al centro este recibirá $8.000, lo que equivale a un 700% más de lo originalmente aportado.
Cuando el centro recibe el dinero este sale de la flor. Posteriormente los demás «inversionistas» se separan para crear dos «flores» o células y los demás pétalos «suben» de posición. Ahora las dos personas que formaban el segundo nivel. Serán el centro de su propia «flor» y el ciclo se repite.
Cabe señalar que los siete «iluminados» que iniciaron la pirámide y que ocuparon los tres niveles originales sin aportar un centésimo habrán recibido ocho veces la cantidad estipulada.
¿De dónde salen las ganancias?
La “flor de la abundancia” o “mandala”, no es más que el viejo esquema piramidal que se alimenta de los aportes que van realizando los nuevos miembros, que a su vez también salen en busca de incautos, ambiciosos y necesitados que lo alimenten. Por lo que las ganancias que unos pueden llegar a recibir es dinero que tarde o temprano alguien perderá y lamentablemente será la amplia, muy amplia mayoría de los que hayan participado.
Es un modelo exponencial, y si bien es cierto que habrá «centros» que cobrarán debemos tener presente que el número de personas que pueden ingresar a la pirámide está limitado al número de habitantes, y toda vez que funciona en una proporción de ocho a uno, el resto sería impagable.
Tarde o temprano el esquema colapsará por falta de nuevos miembros.
TIEMPO DE NOTICIAS
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