Tiempo de Noticias / Redacción – En medio de la polémica por la adquisición de un predio de 4.000 hectáreas en Florida por parte del Instituto Nacional de Colonización (INC), el senador del Frente Amplio y exintendente de Rocha, Aníbal Pereyra, salió a respaldar firmemente la operación. En declaraciones a la prensa tras la comparecencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, y del directorio del INC ante la Comisión de Ganadería del Senado, Pereyra denunció que los cuestionamientos al proceso responden a intereses ajenos al desarrollo rural.
“Todos los cuestionamientos tienen un trasfondo inmobiliario”, afirmó Pereyra, en alusión a las críticas vertidas desde sectores de la oposición, especialmente del Partido Nacional. Según el legislador frenteamplista, el intento por “ridiculizar” la operación responde a intereses vinculados al mercado de tierras, más que a objeciones técnicas o jurídicas.
El proceso de compra, que involucra una inversión de 32 millones de dólares, está destinado a establecer colonias lecheras en una zona estratégica de Florida. Pereyra destacó que el campo incluye infraestructura clave como sistemas de riego por pivote, cercanía a rutas nacionales y plantas industriales. “Hay hasta documentación del propio vendedor que avala este procedimiento”, subrayó, respaldando la legitimidad de la operación.
La polémica tomó fuerza luego de la renuncia del presidente del INC, Eduardo Viera, tras cuestionamientos sobre su estatus como colono, lo que podría contradecir el artículo 200 de la Constitución. No obstante, tanto Viera como Pereyra defendieron el fondo de la operación. “Hay argumentos potentes para esta compra”, dijo Viera, al tiempo que recordó que el predio incorpora tres colonias lecheras ya operativas.
Uno de los señalamientos más directos de Pereyra fue contra el senador blanco Sebastián da Silva, a quien acusó de tener vínculos con el sector inmobiliario rural. “Da Silva es presidente de la comisión fiscal de la Cámara Uruguaya de Inmobiliarias Rurales, un dato que debería aclararse públicamente”, expresó Pereyra, sugiriendo que este rol explica su fuerte oposición a la compra.
“Cuando se trata de enturbiar el proceso, hay que decir las cosas como son: no les gusta que Colonización actúe y radique familias en el campo”, lanzó el senador.
Desde la bancada del Frente Amplio, la postura es clara: no se dará marcha atrás. Pereyra enfatizó que la estrategia debe acelerarse, no detenerse. “Tenemos que llegar a las 25.000 hectáreas lo antes posible. Se necesita más gente produciendo leche, si no, las industrias se cierran”, advirtió.
El debate de fondo
La controversia trasciende esta compra puntual. El Instituto Nacional de Colonización ha sido históricamente una herramienta clave del Estado para fomentar la radicación de familias en el medio rural y promover un modelo productivo más equitativo. Sin embargo, cada vez que el INC interviene en el mercado de tierras, se reaviva la tensión con sectores que ven estas adquisiciones como competencia directa para el negocio inmobiliario rural.
La situación también ha derivado en cuestionamientos legales y constitucionales, y pone sobre la mesa un debate más amplio: ¿debe el Estado intervenir de manera activa en el mercado de tierras para impulsar el desarrollo agropecuario y la justicia territorial? ¿O debe ceder ante las presiones del mercado privado?
Por ahora, el Frente Amplio decidió plantarse y defender el accionar del INC. Con el respaldo de los informes técnicos y jurídicos presentados, y una firme convicción política, la oposición asegura que no habrá retroceso.
“No se está comprando un campo cualquiera. Se está invirtiendo en soberanía alimentaria, en producción nacional, en arraigo rural”, concluyó Pereyra.
Diego Landache / Diario Tiempo de Noticias
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