Tiempo de Noticias – La frontera de Chuy está a las puertas de una transformación largamente reclamada por trabajadores, comerciantes y usuarios del principal corredor binacional entre Uruguay y Brasil. La Dirección Nacional de Aduanas (DNA), dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas, confirmó una inversión de 5,8 millones de pesos destinada a mejorar la infraestructura de los pasos fronterizos del departamento, una decisión que busca fortalecer la operativa, modernizar los controles y mejorar las condiciones laborales en puntos donde la demanda supera ampliamente la capacidad instalada.
La iniciativa forma parte del plan de inversiones quinquenal y abarca varias áreas consideradas críticas por los propios funcionarios. De acuerdo con información a la que accedió Tiempo de Noticias, el proyecto contempla obras en la Administración de Aduanas de Chuy, en los resguardos de San Miguel y Barra del Chuy, y en la Terminal de Chuy, además de intervenciones ya iniciadas en el resguardo de Chuy, donde se ejecutan trabajos de reparación de baños y la instalación de una tisanería para uso del personal.
Una frontera que exige respuestas
Chuy es uno de los puntos terrestres con mayor circulación del país. Su dinámica comercial y turística, combinada con el flujo constante de cargas y vehículos, hace que cada temporada exponga aún más las debilidades de una infraestructura que arrastra años de desgaste. La situación llevó a la Asociación de Funcionarios de Aduanas (AFA) a encender las alarmas, denunciando precariedad edilicia, falta de mantenimiento y dificultades operativas en varios puestos del litoral y el este.
Frente a este escenario, la inversión anunciada responde a una demanda histórica de quienes trabajan a diario en condiciones que no siempre son las adecuadas para la tarea de control fronterizo. Voceros sindicales consultados valoraron positivamente la medida, aunque destacaron que el fortalecimiento de la Aduana implica también avanzar en tecnología, capacitación y dotación de personal acorde a la realidad de la frontera.
Detalle de las intervenciones
Los 5,8 millones de pesos asignados al departamento de Rocha se distribuyen de la siguiente manera:
Administración de Aduanas de Chuy: $2.289.680.
Resguardo de la Barra del Chuy: $200.000.
Terminal de Chuy: $1.760.000.
Resguardo de San Miguel: $1.610.000.
A esto se suma la ejecución en curso en el resguardo de Chuy, donde la reparación de baños y la construcción de una tisanería suman otros $760.000. Esta obra fue priorizada debido al estado crítico de los servicios sanitarios, un reclamo reiterado tanto por funcionarios como por operadores que utilizan las instalaciones.
El resguardo de San Miguel también recibirá una intervención significativa. Su ubicación estratégica, cercana a áreas protegidas y rutas que conectan con zonas rurales, requiere una infraestructura acorde a la creciente demanda de vigilancia en materia de tránsito, fauna, mercancías y seguridad.
Hacia un control integrado
Una de las novedades más relevantes del plan es la intención del MEF de trasladar la sección administrativa de la Aduana de Chuy hacia el lado brasileño, un paso clave para avanzar en la implementación de un sistema de control integrado binacional. Esta modalidad, ya aplicada en otras fronteras de la región, permite centralizar procedimientos, agilizar trámites y reducir los tiempos de espera para usuarios y transportistas.
Según indicaron fuentes del ministerio, esta etapa se coordinará con autoridades brasileñas y forma parte de una estrategia más amplia para modernizar la operativa del principal punto de ingreso y egreso del departamento. La frontera del Chuy, donde conviven flujos comerciales intensos, turismo de compras y circulación local diaria, requiere mecanismos que aseguren agilidad sin perder rigurosidad.
Una mirada a largo plazo
El gobierno apunta a que las obras permitan reducir brechas estructurales y mejorar la presencia del Estado en zonas donde el movimiento transfronterizo es constante. Aunque el monto asignado no resuelve por completo todos los desafíos operativos, sí representa un avance concreto en la dignificación de espacios de trabajo y en la optimización de los controles.
A medida que se ejecuten las intervenciones previstas para el quinquenio, la frontera de Rocha podrá avanzar hacia un modelo más eficiente, capaz de responder tanto a las exigencias del comercio como a la necesidad de brindar servicios adecuados a quienes cruzan diariamente entre ambos países.
Tiempo de Noticias / Redacción – Diego Landache
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