Tiempo de Noticias – Un cuadro de incertidumbre parece vivir la campaña política con miras a las elecciones de octubre. Los motores parecen no encender el fuego y el cruce de las ideas. Una sensación de inquietud o temor atenaza buena parte del espectro político acerca de la decisión que tomará la sociedad uruguaya en cuanto al plebiscito de la seguridad social.
Quién iba imaginar, que la sociedad uruguaya pudiera, eventualmente, desoír a casi todo el mundo político: sus partidos fundacionales, a la mayoría del Frente Amplio y otros colectivos.
Las empresas encuestadoras dan a conocer que el parto puede venir de nalgas. Al menos, es una probabilidad, que buena parte del mundo político pueda caer derrotado en las urnas. Con solo decir esto, pone los pelos de punta a no pocos ciudadanos. Imagínese a los representantes con decisión en materia política en nuestro país.
Entre tanto, desde la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay se plantea la necesidad de llevar 170 mil prestaciones a un valor de 24 mil pesos, el valor de un salario mínimo nacional. Pero lo que inquieta realmente es la posible eliminación de las Afaps, un sistema por el cual se llevan reunidos unos 23 a 24 mil millones de dólares.
Ese capital enorme, difícil de poder imaginar para cualquier ciudadano, luego es invertido en diferentes acciones, bonos del tesoro, forestación y seguramente otras opciones del mundo financiero, en un pequeño gran país que se llama Uruguay, inserto entre dos gigantes: Brasil y Argentina.
Esta realidad, de poner a consideración la caída de las Afaps causa el mayor estrés político que se tenga memoria para políticos y economistas. Han llegado a decir, que puede resultar el acabose, el fin de un país serio.
Mientras tanto, miles de uruguayos en su mundo cotidiano comparan lo que reciben mediante la jubilación del Banco de Previsión Social, basada en un sistema solidario y lo que perciben mediante el ahorro individual.
La diferencia a favor de la paga de la previsión social es considerable. Números fríos, para miles de jubilaciones que rondan algo más de 20 mil pesos por el Bps y por la Afaps, con suerte se llega a los 7 mil pesos.
Poder explicar que es necesario el sistema de Afap para que no caiga nuestro país en un laberinto de dudas, es realmente un desafío para los representantes políticos, cualquiera sea su pelo.
El mundo académico y letrado de Uruguay no logra aterrizar sus argumentos y hasta ahora solo incorpora en el mejor de los casos: temores.
Cientos de miles de trabajadores y jubilados no han tenido salarios elevados. Por lo tanto, no se aproximan con sus haberes desde un ahorro individual, a quienes llegan a un cargo de diputado, senador o jerarquía del estado.
Más allá de posiciones, es un dato de la realidad: no resulta fácil explicar a los defensores de las Afaps, ante la catarata de jubilados uruguayos que aprecian como sus ahorros no rindieron como esperaban con el sistema individual.
Ni el candidato favorito a Presidente de la República, Yamandú Orsi, según las encuestas, se atrevió a decir algo en contra las Afaps. En declaraciones meses atrás en la casa del Frente Amplio en Rocha, dijo: habría que estudiar el lucro, en alusión directa a que lo percibido por los trabajadores debería mejorar.
Por su parte, Álvaro Delgado, segundo en el favoritismo en la carrera a la Presidencia de la República, no ha dudado en calificar el plebiscito como el más peligroso camino y el riesgo de un colapso en el Uruguay.Incluso, de salir el plebiscito se informó de una suba del Iva como forma de amortiguar el impacto.
LA VIDA ES BELLA
Entre tanto, la vida de los uruguayos continúa. Al menos con cierta frialidad sobre el mundo político que no para de poner la «cantarola» en las calles, catelería e invitaciones.
A veces con la sensación que enamora más y apasiona la campaña del Peñarol de Montevideo, lleno de historia y con una lucha en el campo de juego, como si fuera la batalla de David contra Goliat. Derribó al Flamengo, uno de los equipos más poderosos del gigante Brasil, y ahora va por el Botafogo.
Son miles los compatriotas enamorados de esta campaña deportiva que deja atrás la «otra campaña», Para colmo de males, los titánicos partidos caen en medio del escenario político mayor de nuestro país.
Otros cientos de uruguayos ocupados en las ventas de los ganados, especialmente los remates de las cabañas exponiendo el mayor nivel genético para alcanzar los mercados más exigentes a nivel mundial.
Otros en la tarea de laboreo de la tierra, tal el caso de los arroceros, que en Rocha llegarán a superar las 40 mil hectáreas de arroz. Ayudados por una coyuntura de precios internacionales y disponiendo de treinta mercados en el mundo.
Otros luchando para la soja y enterrando máquinas como consecuencia de las lluvias que complicaron las actividades. Otros en los calendarios de exposiones ganaderas y los promedios que puedan lograr; otros en el repunte del dólar.
Allí están los emprendedores tratando de hacer caja en estas horas para su presentación de temporada de verano y la actividad turística que busca desde su resiliencia captar los mejores treinta días entre diciembre y enero venideros, Dentro de esta agenda no menor, está la campaña política electoral.
No pocos ciudadanos, con experiencia ya conocen que el margen de maniobra es escaso para quien obtenga las elecciones nacionales. Gane quien gane, cada uno con su impronta, no tiene la capacidad de grandes cambios o transformaciones.
Nada surge de un día para el otro. Un país gradualista con rotación de los partidos políticos en el poder de mando, los representantes políticos no son actores o figuras que sorprendan con sus discursos, que apasionen o provoquen efervescencia.
El tiempo de Zelmar Michelini, Wilson Ferreira Alduante, Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera, Jorge Batlle o Tabaré Vázquez, ya pasó. Son otros los representantes de visiones pragmáticas y de pasiones menores, por lo menos así se los percibe en los discursos.
Nuestros tiempos cambiaron definitivamente, ni mejor, ni peor, tan solo distintos. En ese marco, ingresamos a las cuatro semanas consideradas decisivas, donde se juegan las mayorías parlamentarias y eventualmente si hay o no balotaje.
La última encuestadora, Cifra, marcó un 44% para el Frente Amplio, 24% para el Partido Nacional (caída de 4 puntos), Partido Colorado 14 puntos (suba de 3 puntos), Cabildo Abierto 2% (caída de 1 punto), Partido Independiente 1%. Los indecisos subieron al 13%, (2 puntos).
Cuatro semanas y una cuenta regresiva en el camino de cinco años de conducción política de este territorio lleno de riquezas: su tierra, el agua y sobre todo su gente.
Eduardo González Segredo – Corresponsal Tiempo de Noticias
Toda la actualidad en Tiempo de Noticias diario impreso.
Comentarios